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La oración

Conferencia de junio de la Asociación de Mejoramiento Mutuo

Salón de Asambleas del Barrio Catorce, Salt Lake City, Utah

4 de junio de 1901


Ann Mousley Cannon (1869–1948) fue una mujer de discernimiento cultural y literario, así como de perspicacia empresarial. Nació en Salt Lake City, siendo sus padres Angus Munn y Sarah Maria Mousley Cannon. Su hermano y ella se unieron a la Sociedad Coral de Salt Lake, y a menudo asistían a producciones musicales1. A los trece años de edad comenzó a trabajar en la oficina de otro hermano suyo, donde aprendió habilidades comerciales2. En 1883, a los catorce años de edad, la hermana Cannon comenzó a estudiar literatura en la Universidad de Deseret, y se graduó en 1886 en una clase de la que formaban parte otras dos jovencitas3. Después de su graduación trabajó en la oficina del Registrador del Condado de Salt Lake. Ann M. Cannon nunca se casó; dedicó su vida a sus familiares, su Iglesia y su comunidad. Cuidó de sus padres en sus últimos años y ayudó a criar a los hijos de su hermana. Siempre compraba dos entradas para los eventos culturales y asistía con alguna persona joven4.

La hermana Cannon sirvió en la Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes (YLMIA, por sus siglas en inglés) durante décadas. Comenzó su labor en la YLMIA del Barrio Catorce de Salt Lake City, siendo nombrada secretaria auxiliar en 1887, tesorera en 1888, segunda consejera en 1891 y primera consejera más tarde ese mismo año5. A partir de 1891 sirvió durante cuarenta y seis años en la Mesa Directiva General de la YLMIA. Durante ese tiempo presidió el comité que estudió la posibilidad de unirse al programa nacional de campamento para jovencitas, y finalmente creó el programa de Abejitas, precursor del Progreso Personal6. En dos ocasiones representó a la mesa directiva como delegada del Consejo Nacional de Mujeres, trabajando directamente con la líder nacional de los derechos de la mujer, Susan B. Anthony7. Durante diecinueve años fue la secretaria general de la YLMIA, y por diez de esos años, incluso cuando dio este discurso, cumplió también con las funciones de tesorera8. En su papel como secretaria, la hermana Cannon introdujo el uso de listas de asistencia con espacios de informes anuales duplicados, un procedimiento que aumentó la eficacia del manejo de los registros9. La hermana Cannon presidió el comité literario de la revista Young Woman’s Journal y editó el Journal durante cinco años, entre 1902 y 190710. Años más tarde, la hermana Cannon escribió: “La mutual [YLMIA] ha tenido un gran poder para bien en mi vida… Las experiencias más enriquecedoras de mi vida se las debo a ella, y todo lo que soy es en gran medida el resultado de esas experiencias”11.

grupo de mujeres

Mesa Directiva General de la Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes. Aproximadamente 1905. La primera Mesa Directiva General de la YLMIA se organizó en 1880 bajo el liderazgo de Elmina S. Taylor. A partir de 1896, las integrantes de la mesa directiva viajaban, coordinaban los esfuerzos de las asociaciones locales, mantenían correspondencia con las unidades locales, dirigían capacitaciones, desarrollaban los programas y los cursos de estudio, y hablaban en las conferencias de las Asociaciones de Mejoramiento Mutuo (MIA, por sus siglas en inglés) que se celebraban en los meses de junio. En esta foto se encuentran las siguientes mujeres que se mencionan en este libro: Maria Y. Dougall (sentada, primera por la derecha), Emma N. Goddard (sentada, segunda por la derecha), Ann M. Cannon (sentada, tercera por la derecha), Mattie Horne Tingey (sentada, quinta por la derecha), Ruth May Fox (sentada, sexta por la derecha); May Booth Talmage (primera fila en pie, quinta por la derecha); y Minnie J. Snow (segunda fila en pie, primera por la derecha). La hermana Tingey era la Presidenta General de la YLMIA en el momento en que se tomó esta foto. (Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City).

Más allá de sus asignaciones administrativas en la Iglesia, la religión era una parte importante de la vida cotidiana de la hermana Cannon12. Ella habló sobre la oración en un discurso dirigido a los oficiales de la conferencia anual conjunta de la YLMIA y la Asociación de Mejoramiento Mutuo de los Hombres Jóvenes en 190113. Entre los demás oradores había integrantes de la Mesa Directiva General de la YLMIA, como Maria Y. Dougall, Mattie Horne Tingey, Mary Ann Freeze, May Booth Talmage y Emma N. Goddard. En aquella época, las dos organizaciones supervisaban a cincuenta mil hombres y mujeres jóvenes. El discurso de la hermana Cannon se imprimió en la revista Young Woman’s Journal dos meses después14.

El tema de la oración es muy especial para mí. Sé que la oración puede aliviar las cargas más pesadas y dar reposo al cansado15. Nada más puede otorgar un alivio tan perfecto. Aun el derramamiento de una lágrima es una oración. En la vida de todos hay momentos en que necesitamos fortaleza y consuelo adicionales16. No se desalienten al orar una y otra vez por lo mismo17. Dios comprende nuestras necesidades y nos bendecirá a Su propia manera. Para mí, el poder de la oración se asemeja mucho a la electricidad. Tal como el cable es el que conduce la corriente eléctrica, de la misma manera me parece a mí que la oración es el canal a través del cual la inspiración viene al hombre.

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La oración, En el Púlpito, accessed 23 de abril de 2024 https://www.churchhistorianspress.org/at-the-pulpit/part-2/chapter-23